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DOS ELIMINATORIAS COPERAS INTERMINABLES

            Dentro del poco protagonismo que ha tenido históricamente el Real Oviedo en el torneo de Copa, resulta curioso que haya sido noticia en cuanto a la duración de dos eliminatorias que disputó.

            Había terminado la temporada 1940/41 y el heróico Oviedo del regreso a la competición en la dura posguerra había conseguido con grandes dificultades una muy meritoria permanencia. Entonces se disputaba la Copa a la finalización de la Liga y los oviedistas se desembarazaron cómodamente en 1/16 de final de su eterno rival en la que supuso su primera confrontación de la historia en esa competición (1-4 en Gijón y 3-2 en Oviedo). Los 1/8 de final emparejaron a los carbayones con el R. Murcia. Y esa eliminatoria habría de resultar histórica por la igualdad y lo costoso que resultó determinar qué equipo la superaría.

            Aquel Real Oviedo tenía en la línea defensiva su principal punto débil, como demuestra el hecho de que encajó en las 22 jornadas de liga nada más y nada menos que 63 goles. Tras vencer en la ida en Buenavista (11/05/1941) a los pimentoneros por un ajustado 2-1, una semana después, el partido de vuelta en tierras murcianas supondría el debut a domicilio de un jugador procedente del Caudal de Mieres, VALERIO, defensa, fichado con la intención de reforzar una línea que sin duda lo necesitaba. VALERIO firmó con los azules y casi a continuación debutó en el partido copero de la ronda anterior frente al máximo rival regional por la lesión sufrida por RIERA y emprendería su primer viaje con la expedición azul para jugar en La Condomina. El partido de su bautismo fuera de casa sería muy duro; SOLADRERO y LEIXO resultarían lesionados y los locales ganaron 2-1 igualando la eliminatoria y forzando la celebración de un encuentro de desempate.

            Sin casi tiempo para el descanso, ambos conjuntos emprendieron viaje para jugar de nuevo dos días después en Madrid, en el campo de Chamartín. El 20 de mayo de 1941 tampoco se decidiría el equipo clasificado por cuanto el empate a un gol sería el resultado final, que no se desharía ni después de jugar una prórroga de media hora.

            Con ambos conjuntos muy castigados físicamente, las nuevas bajas en los azules por lesión de «EMILÍN» y OLAY obligaron a que viajasen desde Oviedo VICTORERO y OJANGUREN, los únicos jugadores disponibles, para enfrentar un nuevo encuentro de desempate a disputar de jueves en el mismo escenario. Mientras, el Celta, ya clasificado, esperaba en León que se decidiese la eliminatoria para conocer quien sería su rival y hacia donde debía dirigirse para disputar de domingo el partido de ida de los 1/4 de final.

            La salida de los pimentoneros en el encuentro del jueves fue arrolladora. Se adelantaron pronto y ganaban 2-0 antes de cumplirse la primera media hora de encuentro. Pero una épica reacción de los carbayones permitiría darle la vuelta al encuentro, clasificándose los de azul al vencer 3-2 y tras nada más y nada menos que 390 minutos de eliminatoria. «HERRERITA», autor del gol oviedista ya en el encuentro del martes, sufrió más que nadie la dureza del encuentro e incluso hubo de abandonar el terreno de juego tras una de las muchas duras entradas que recibió de los rivales, que supuso la expulsión del murcianista SIERRA. Pero volvió al campo y lideró la remontada anotando el gol del empate en la 2ª mitad («ANTÓN» había acortado distancia en el marcador antes del descanso) antes de que «PEDRÍN» marcase el 3-2 definitivo. La tremenda dureza con que se emplearon los rivales originaría incluso otra expulsión en sus filas: la de RANCEL por otra dura entrada, esta vez a PENA, ya en las postrimerías del partido.

 
gol decisivo
júbilo final
 
"Herrerita" acaba de anotar el gol decisivo
júbilo tras la conclusión de la agónica eliminatoria
 

            Años más tarde, en la temporada 1967/68, antes de que el cambio en la normativa impidiese este tipo de situaciones con la implantación de las tandas desde el punto de penalty para dilucidar los empates en las eliminatorias de la competición del K.O., disputaría el Real Oviedo otra eliminatoria copera que también pasaría a la historia por su duración. Aunque en esta ocasión sólo se disputaron tres encuentros, por un lado el tiempo transcurrido entre el primero y el último resultó enorme y, además, para dilucidar las tablas, en el desempate se sucedieron las prórrogas (una de 30 y hasta cuatro de 10 minutos) y se tuvo que decidir al clasificado aplicando una rebuscada norma federativa que premiaba al equipo que mayor número de saques de esquina hubiese forzado. Tras las prórrogas se clasificó el Recreativo por haber lanzado 9 córners por 8 del conjunto oviedista.

            En primera ronda, el 1 de octubre de 1967, en la ida, había vencido el Real Oviedo al Recreativo por 3-2. En Huelva, en la vuelta, el 2-1 favorable a los onubenses forzaba la celebración de un encuentro de desempate. Éste no tendría lugar hasta el 19 de marzo de 1968 en el campo madrileño de Vallecas pues la competición no se reanudaba hasta el mes de mayo—, donde el 1-1 que reflejaba el marcador al final del tiempo reglamentario motivó que se sucediesen en primer lugar la reglamentaria prórroga de media hora y después otras prórrogas de 10 minutos hasta en cuatro ocasiones y, ante la falta de goles por parte de los contendientes, al final, se decidió la clasificación del equipo onubense en base a la mencionada rocambolesca regla del mayor número de saques de esquina ejecutados.

            En esta ocasión fueron precisos 340 minutos de juego y, lo que es más chocante, transcurrieron 171 días entre el inicio y el final de la eliminatoria.

 
 
DIARIO MADRID 20-03-1968
 
la crónica de "DIARIO MADRID" del 20 de marzo de 1968
un momento de descanso durante una prórroga
 
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